miércoles, 7 de noviembre de 2018

LAS ESTRATEGIAS DEL MANIPULADOR


Hace poco, estuve hablando con un compañero de profesión sobre las personas manipuladoras que pasan por nuestras vidas.
Ya no sólo a los políticos que actualmente tenemos en España, manipuladores de profesión, sino a los que nos encontramos en nuestra vida personal y profesional.

En nuestro día a día nos topamos constantemente con ese “no-amigo”, tan pegajoso que no nos lo podemos quitar de encima ni con disolvente, que intenta por todos los medios que hagamos lo que él quiere, a base de zalamerías, regalos y mentiras.
Estos, aunque fastidian mucho, puedes enviarlos a un sitio donde hace mucha peste, o a comer barro, y chimpum.
Aunque les das puerta, continúan ahí durante un tiempo, más o menos largo, pero terminan marchándose.
Son una especie de mosca cojonera, pero que no pasarán de ahí, aunque ellos piensen que pueden volver a tu vida.
Los que nos podemos encontrar en el trabajo, son igual de cojoneros, pero debemos tener mucho cuidado con intentar “demostrar” que él es un manipulador, ya que son especialistas en darle la vuelta a lo que digas, dejándote no sólo mal, sino que parecerá que todo lo que ha dicho de ti, todo malo, es cierto.
Y ahí, te recuerdo, estás jugando con tu sustento y con el de tus allegados. Mejor pasar de él, como si fuese un fantasma (que lo es) y estará flotando y amenazando con asustar. Tu a tu rollo y sin dar importancia de lo que dice. No le des pie, que es entrar en su juego y es donde él gana.

Tienes que recordar que tu vida es tuya y nadie decide por ti.
Si quieres hacer lo que estos manipuladores dicen, es tu decisión.
Si no quieres hacerlo, también es tu decisión, y… Enhorabuena!!!

Pero... ¿cómo lo hacen?

En 2002 el escritor francés Sylvain Timsit, ya indicó cuales eran los puntos que estos manipuladores usaban para conseguir manipularnos, a nosotros o a la gente de nuestro entorno.
El filósofo estadounidense Noam Chomsky las utilizó y adaptó para referirse a los medios de comunicación, a la influencia de los Mass Media.

Si conocemos los 10 aspectos principales que los manipuladores utilizan, podremos desenmascararlos, prevenirnos y contrarrestarlos.

1-Distracción:
El objetivo principal del manipulador es la de desviar la atención sobre algo realmente importante.
Algo en la que, por norma general, puede comprometerle a él.
Esta distracción la realiza mediante el bombardeo sistemático de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.
Y si se habla del tema, tienen la suficiente habilidad como para cambiar de tema y llevarnos a otro terreno. Su experiencia manipulando les sirve para estos casos.
Mantener nuestra atención distraída en otro  no-problema sin importancia, aunque el manipulador nos hará creer que lo es y mucho, para evitar que pensemos en el problema real.
Es como el pastor que utiliza al perro para que las ovejas piensen que este es el problema real, mientras van directos y voluntariamente al cercado, a que las esquilen, o algo peor.

2-Problema – Reacción – Solución:
Otra forma de manipular es las de crear un problema, una “situación” inexistente, para causar reacción en “las víctimas”, para que estas pidan una solución que él ofrecerá “casualmente” y de forma “desinteresada”.
Y si la gente vuelve a “descarriarse” el manipulador les recordará constantemente lo que pasó con el no-problema.

3-Gradualidad:
Para hacer que se acepte un tema no aceptable o perjudicial para sus “víctimas”, esta la aplica gradualmente, como si fuese con cuentagotas, durante un largo periodo.
No es una manipulación improvisada a corto alcance, sino que la ha meditado y la aplica, con paciencia durante largos periodos, hasta conseguir su fin, incrementando poco a poco la intensidad.

4-Diferir:
Otra manera de hacer aceptar una decisión no aceptable o propensa a perjudicarles, es presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación por mayoría, ya que esperan que la promesa de “todo irá mejorar mañana”, sea realidad.
Y poco a poco su entorno se va acostumbrando a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5-Dirigirse al público como criaturas de poca edad:
Cuanto mayor es la pretensión de manipular a los individuos, estos manipuladores se dirigen a sus “victimas” suelen hacerlo utilizando el discurso, argumentos y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si las personas fuese criaturas de poca edad o un deficiente mental.
Cuanto más insiste en manipular a la “victima”, más tiende a adoptar un tono infantilizante.

6-Apelar a la emoción:
El manipulador constantemente hace uso de una especia de empatía emocional… bueno, realmente hace ver que tiene empatía, ya que las emociones empáticas le son absolutamente desconocidas, aunque suele imitarlas bien.
El apelar a las emociones es una técnica excesivamente habitual es mucho más potente que la reflexión aséptica y puramente objetiva para causar una desorientación en el análisis racional de la “victima”.
El motivo de usar el registro emocional, permite al manipulador abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos…

7-Mantener a su entorno en la ignorancia:
Hacer que sus víctimas no vean necesario el contrarrestar o constactar la veracidad de sus afirmaciones, manteniéndoles aislados del conocimiento. Con ello consigue manipularles más fácilmente y evitan que puedan se informen de la realidad, para evitar la “rebeldía”.

8-Estimular para contribuir a la mediocridad:
Esta es la estrategia de manipulación que más desapercibida pasa.
Debido a todo lo anteriormente indicado, la “victima” vive despreocupadas de querer conocer de lo que pasa a su alrededor porque nos ha estado entrenando en una mediocridad complaciente.

9-Autoculpabilidad:
Es muy habitual que el manipulador haga creer al individuo que solamente él es el culpable de su propia desgracia, más debido por esa ignorancia anteriormente indicada. Así, en lugar de rebelarse en su contra, la víctima se auto culpa, lo que genera un estado de enfado hacia lo externo, hacia el objetivo que ha indicado el manipulador.
Y como nuestra capacidad ha sido entrenada para la mediocridad, nos convierte en desdichados y fracasados respecto al problema y/o no-problema.
Buscan la autoinculpación de su víctima para conseguir la exculpación propia.

10-Conocimiento total de la víctima:
Para poder controlar hay que conocer. Y las redes sociales se están encargando de ello.
Si el manipulador conoce cuales son sus puntos débiles, sus temosres y sus anelos o deseos, podrá manipularlo impunemente, prometiéndole cosas, aunque al final no cumpla ninguna de sus promesas.

Fuente:


miércoles, 10 de octubre de 2018

Porque los buenos trabajadores se van de la empresa


Hace un tiempo leí una frase de Bill Gates: "Si veinte personas concretas dejaran Microsoft, la empresa quebraría".

Aunque hacer estas aseveraciones de un monstruo empresarial como Microsoft, y por uno de sus propios creadores, parece una “locura transitoria”, lo cierto que es muy real. Pero esto es así en cualquier empresa. Y la cantidad de personas que si se van pueden hacer quebrar la empresa, va en función del número de trabajadores que esta contenga.
Para una empresa de 25 trabajadores, si se van los 2 trabajadores clave, apaga y vámonos.

La realidad empresarial de nuestros días, y en especial en España, es que es difícil mantener a los buenos empleados, cosa que no debería ser así.

Si el gerente, el responsable de cada uno de los departamentos, no son capaces de hacer que los mejores trabajadores se interesen, no vamos a ser capaces de mantenerlos en nuestro equipo.
Aunque esto parece ser algo de sentido común, desgraciadamente no suele ser muy habitual.
Los resultados de una encuesta publicada en la Harvard Business Review revelaron que un tercio de los mejores trabajadores no se sienten a gusto con su jefe y están buscando un nuevo puesto de trabajo.

Afortunadamente, los mejores trabajadores no se van todos a la vez, sino que lo van haciendo de forma escalonada.
Michael Kibler lo llama caída de tensión, que consiste en que los empleados estrella van perdiendo su interés y su pasión por el trabajo.
"Este fenómeno es distinto al desgaste porque los empleados que lo sufren no parecen estar en una crisis", explica Kibler. "Parecen rendir bien: trabajan muchas horas, hacen su trabajo, contribuyen cuando se trabaja en equipo y en las reuniones dicen lo que todo el mundo quiere oír. Sin embargo, trabajan en un estado silencioso de agobio continuo y la consecuencia más predecible es que acaben dejando el trabajo".

Si queremos evitar esta situación y conseguir que estos buenos trabajadores se queden en nuestra empresa, debemos de empezar concienciándonos que los responsables de áreas, los de equipo y hasta el propio gerente, debemos responsabilizarnos, antes que nadie, de lo que hacemos y decimo; estas acciones no reconocidas contribuyen a la perdida de interés de nuestros colaboradores, nuestros empleados.

Existen unas interacciones que los responsables debemos evitar a toda costa, para que este interés en los trabajadores no vaya desapareciendo:
- Imponer normas ridículas. Aunque las empresas tengan un reglamento interno, una visión/misión a seguir, no se pueden imponer directrices a corto plazo o para imponer de forma estricta un “orden” en la forma de hacer su trabajo.
Una política de horarios exagerada, una elección de días de vacaciones impuesta, o cualquier otra norma encorsetada e innecesaria, pueden hacer que la gente se vuelva loca, que empiecen a despotricar y a procastinar.
Si un buen empleado siente que le están vigilando en demasía, se irá a trabajar a otro sitio.
- Tratar a todos por igual. Tratar a todos por igual, ni en el colegio funciona correctamente. En las empresas este planteamiento debe ser diferente, muy diferente.
Si la empresa trata a todos por igual (mismo sueldo, mismo trato burocrático, ninguna flexibilidad laboral de cualquier índole,…), hace que nuestros mejores trabajadores crean que se les trata igual que al más mediocre e incompetente de la oficina, por mucho que sean eficientes o eficaces en su trabajo.
- Tolerar un rendimiento bajo. Hay un dicho que dice: los grupos de jazz son tan buenos como su peor músico. Esto quiere decir que independientemente de lo buenos y armoniosos que sean el resto de músicos, los oyentes solo escucharán al peor.
Si en una empresa se permite que exista un trabajador deficiente, mediocre y, porque no decirlo, vago y sin aplicar ningún tipo de consecuencias, el resto de compañeros empiezan a hacer exactamente lo mismo, se contagian de esta “vaguitis aguda”, en especial a los más competentes, ya que saben que no tendrán reprimenda ni consecuencia alguna.
Esto suele pasar cuando los responsables de departamento se comportan como jefes y no como líderes, cuando no tienen la suficiente inteligencia emocional como para lidiar con los problemas de rendimiento de la plantilla.
- No reconocer los logros. Este es lo peor que pueden hacer los responsables de área departamento o equipo: no reconocer los buenos resultados realizados por los trabajadores.
Un simple gesto, como es una palmadita en la espalda y un “muy bien hecho, chaval”, se consigue motivar exponencialmente al trabajador. Pero parece ser que actualmente es algo “tabú”-
Todo el mundo quiere ser reconocido ante un trabajo bien hecho cuando se esfuerza y lo da todo; de pequeños se nos daba un caramelo cuando hacíamos bien las cosas, de mayores, no se nos da nada. Por ello, si recompensamos sus logros, le estaremos demostrando que le prestamos atención.
Los superiores del trabajados tienen que comunicarse con estos, para descubrir qué es lo que les hace sentirse bien (un aumento de sueldo o reconocimiento público) y para recompensarles por el trabajo bien hecho.
Y esto debería ser así con los trabajadores más competentes.
- No preocuparse por la gente. Debemos tener en cuenta que más de la mitad de los trabajadores que se van de la empresa lo hacen por la mala relación que tienen con su superior.
Los responsables deben celebrar los éxitos de sus empleados, mostrar empatía por los que lo están pasando mal, motivarlo y desafiarlos, aunque esto sea difícil.
Los “jefes” que no se preocupan por sus empleados suelen tener incompetentes y mediocres en su equipo, ya que los buenos trabajadores tienden a buscarse otro empleo.
Es muy imposible trabajar motivado las ocho horas al día, para alguien que no se involucra y que no se preocupa nada más que por los resultados... y si se preocupa por algo que no sea él.
- No informar del panorama general. Las empresas suelen considerar que ningún empleado debe saber que se cuece en las altas esferas de la empresa. Pero si no se informa del panorama general a los mejores trabajadores, estos se sentirán despreciados y “ninguneados”.
Los empleados estrella suelen cargan con más responsabilidades porque se preocupan de verdad por la empresa, así que su trabajo debería tener una finalidad. Si no saben cuál es, se sienten desmotivados.
Si no se les presenta un objetivo, lo buscarán en otra parte.
- No dejar que los empleados persigan sus pasiones. Google exige a sus empleados que pasen al menos un 20% de la jornada haciendo "algo que crean que beneficiará a Google al máximo".
Los trabajadores con talento son personas apasionadas y hay que proporcionarles oportunidades para que hagan lo que les apasiona, eso aumentará la productividad y la satisfacción laboral.
Pero la mayoría de los “jefes” quieren que sus empleados trabajen exclusivamente en lo que ellos les dictaminan, sin distracciones.
Estos “jefes” tienen pánico de que se produzca un descenso en la productividad si dejan a los trabajadores expandir su foco de atención y perseguir sus intereses. Y si este descenso se produce, pueden achacarlo a que no estaban concentrados en su trabajo y que han tenido “distracciones”.
Hay estudios que demuestran que los empleados a los que se permite entregarse a sus pasiones en el trabajo experimentan un estado de euforia que les hace ser cinco veces más productivos de lo normal.
- No hacer divertido el trabajo. Si uno no se lo pasa bien en el trabajo, es que las cosas se están haciendo mal.
La gente no lo da todo si no se divierte y la diversión es uno de los factores más importantes si quieres mantener a tus mejores trabajadores.
La idea es muy sencilla: si el trabajo es divertido, no sólo rendirás mejor, sino que también trabajarás más y se quedará más tiempo en ese puesto de trabajo.

En resumen:
Los responsables tienden a culpar de sus problemas de gestión a todo lo que se mueve, ignorando la realidad: la gente no quiere marcharse de su puesto de trabajo, lo que quieren es que se marche su “jefe”.

Afortunadamente, aunque lento, muy lento esto va cambiando.

Fuentes:



domingo, 2 de septiembre de 2018

Nuevo y antiguo paradigma en la mentalidad de la empresa


Antes de las vacaciones, Papá Vader estuvo hablando con varios conocidos sobre la nueva mentalidad empresarial, la nueva forma de enfocar la forma de incrementar la efectividad y productividad en la empresa.
En este caso, es el trabajador el que debe poner de su parte, no sólo la empresa, y el empresario el que debe entender que este cambio de mentalidad en la forma de hacer las cosas, es imprescindible para ser competitivo y eficiente.

Al final, aunque Papá Vader no estaba del todo de acuerdo, se terminó la conversación, la puesta en común de la forma de ver, de cada uno de los contertulios, en la que es la empresa la que debe ser el primero en poner la piedra de la nueva estructura empresarial.
Papá Vader es de los que opinan que debe ser el empleado el primero en dar el paso al frente en este sentido, aunque también entiende que es la tarea más difícil de iniciar, aunque la más rápida a medio plazo.

La conversación sobre el nuevo paradigma social terminó aquí… hasta que hace unos días a Papá Vader habló de este mismo tema con otro conocido, que no estuvo en la conversación antes indicada, intento a la fuerza convencer a Papá Vader que este cambio de paradigma es ciencia ficción y que no se producirá nunca.

Este conocido es simpatizante de partidos de la derecha conservadora.
Alguien a quien no le importa que la sociedad avance hacia un capitalismo colaborativo de estructura horizontal, sino que le es imperioso que se mantenga el tradicional capitalismo de los últimos 150 años, el capitalismo vertical, con status y clases sociales.

Pero… ¿De que paradigma está hablando Papá Vader?
El nuevo paradigma, el que se impone globalmente en toda la faz de la tierra, tiene unos puntos muy claros, de mentalidad horizontal, respecto a la tradicional mentalidad de clases sociales vertical.
También indicar, que lo que los tradicionales no entienden, es que estos status y las clases sociales continuarán existiendo, pero el cambio viene dado a que ya no será el hijo de “alguien” el que se mantenga en la misma clase social o en el status que ha mantenido su familia desde tiempos inmemoriales, sino que entrarán nuevos actores y saldrán algunos de ellos, defenestrados, por no adaptarse o no ser eficientes.

Y esto último es lo que no quieren los conservadores que suceda. Quieren que todo siga igual como los últimos 150 años.

Pero el nuevo paradigma está apretando fuerte.
Y las multinacionales internacionales ya lo están aplicando. 
Las pymes en España, también. 
Las empresas “de toda la vida” españolas creadas hace muchos años, o de reciente implantación, creo que tardarán bastante más en aplicarlo… como siempre.

¿Cuáles son las diferencias entre la mentalidad nueva y la antigua?
Los puntos clave de este nuevo paradigma, comparándolo con el tradicional es:
- SER: el actual trabajador, en especial los nuevos líderes y los emprendedores, fijan su objetivo principal en el SOY, en su persona, en su salud, en compartir su tiempo entre el trabajo y el ocio, en su bienestar en definitiva.
En contra de la mentalidad tradicional se basa sobre la posesión, el TENER más que nadie, en estar siempre atento en lo que tiene de más el vecino.
- NOSOTROS: El actual trabajador piensa en equipo, no en hacerlo todo él. Piensa en el conjunto como empresa, como marca. Piensa en que todos tienen que ganar (Win/Win/Win), en que es la mejor manera de solventar las trabas que puedan surgir, en no conocer todo y especializarse en algo, en que en el equipo cada uno está especializado en un área.
La mentalidad tradicional sólo piensan en el YO, en competir, en ser el mejor, sobresalir en la empresa por encima del resto de trabajadores, en sólo ganar él (win/lose/lose), por lo que el trabajo que debe hacer es doble: ganar y vigilar que en su entorno no haya nadie mejor.
- LÍDERES: El actual responsable, ya no debe ser el jefe del equipo, el que manda a los demás lo que tienen que hacer, mientras él sólo supervisa lo que hacen sus subordinados, no. El actual responsable es el primero en arremangarse las mangas de la camisa y meterse en el fango para sacar el trabajo adelante. Es el que con el ejemplo hace que el resto del equipo se implique para no quedarse atrás. El Líder trabaja para que feliciten al equipo y a cada uno de los colaboradores ante el trabajo bien hecho.
La mentalidad tradicional esto no lo contempla, ya que el JEFE opina que los que se deben implicar y ensuciar son los subordinados, ya que si hay algún problema, siempre puede hacharles las culpas a ellos, para librarse él. El Jefe hace que trabajen sus subordinados para que le feliciten sólo a él, para ser el único receptor de las medallas.
- REDARQUÍA: Adhocracia distribuida (destinado para un fin determinado). Es crear una red de colaboracionismo entre compañeros, tanto internos como externos, para llegar a un fin concreto. Es el paso lógico dentro del orden del líder, ya que cada función es entregada a cada especialista y el trabajo irá avanzando ya que a cada paso, se implicará el actor correspondiente, sin esperar a su asignación.
La mentalidad tradicional dice que la JERARQUÍA es inamovible, que antes de dar el siguiente paso, es el jefe el que tiene que dar el visto bueno y asignar el nuevo paso a otro de los subordinados, sin importarle si está especializado o no.
- OBJETIVOS A LARGO PLAZO: La nueva mentalidad piensa en el trabajo a medio y largo plazo, más que en la ganancia mediocre de hoy, en el buen negocio de mañana.
La mentalidad tradicional opina que es más importante la ganancia mediocre de hoy, el OBJETIVO A CORTO PLAZO antes que el buen negocio de mañana. Y si pasa al contrario, es que el subordinado ha hecho las cosas mal. “Pan para hoy y hambre para mañana”.
- EL CAMINO: El nuevo paradigma tiene muy claro que es tan importante el camino realizado o a realizar, el como alcanzar los objetivos, ya que el camino es la semilla que dará muchas ganancias en el objetivo a largo plazo.
La mentalidad tradicional dice que lo importante, sobre cualquier cosa, son los RESULTADOS de hoy. No le importa los posibles buenos resultados del mes que viene.
- CREATIVIDAD: En la nueva mentalidad, la creatividad de la empresa, de todos los actores participantes, es primordial, tanto para ofrecer formas de incrementar beneficios, como para solventar los problemas que puedan ir surgiendo.
La mentalidad tradicional dice que lo principal para que todo funcione correctamente es la RUTINA, por lo que se inundan de protocolos de actuación y, si el problema surgido no es contemplado en estos protocolos, se deja perder la oportunidad de un nuevo negocio.
- CENTRADO EN LAS PERSONAS: El nuevo paradigma centra todas sus actuaciones en las personas, tanto en los colaboradores, como en los clientes. Siempre antes son las personas, lo que opinan y lo que sienten, antes que otras cosas.
La mentalidad tradicional se CENTRA EN EL PRODUCTO, sin importarle si este se adapta al cliente, ni si los subordinados están a gusto en la empresa.
- CONFIANZA: La nueva mentalidad confía en que cada uno de los colaboradores realizarán correctamente el trabajo.
La mentalidad tradicional opina que el jefe debe ser el supervisor que CONTROLA constantemente a los subordinados, ya que no confía en que harán su trabajo.
- PROACTIVIDAD: El nuevo paradigma opina que los colaboradores deben ser proactivos, para que incremente la responsabilidad de estos sobre el trabajo que realizan. Se valora más  el comportamiento anticipatorio, orientado al cambio de las situaciones dadas.
La mentalidad tradicional opina que lo mejor es inculcar la REACTIVIDAD, inculcar que el subordinado sienta culpa ante los problemas surgidos, sean directos o indirectos a su trabajo o a lo realizado, y que la empresa es la victima ante cualquier situación negativa.
- CONSCIENCIA: La nueva mentalidad potencia que el colaborador aprenda más, que sepa más del tema, que se especialice en su campo.
La mentalidad tradicional prefiere que los subordinados no progresen en la empresa, ni a nivel personal. Prefieren la IGNORANCIA a la evolución. Minaran cualquier iniciativa de formación de estos. Quieren subordinados poco cualificados para el trabajo a realizar: Se les puede dominar mejor y pagar menos.
- ABUNDANCIA: Como ya se ha dicho, la mentalidad que está imponiéndose opina que es preferible ganar mucho con la consecución de buenos negocios a medio o largo plazo, ya sea económico, como contactos, como conocimiento. Aprenden a pensar en la abundancia.
La mentalidad tradicional cree que el día a día es lo importante, la ESCASEZ, el subsistir sin saber que pasará mañana, la escasez de todo, para que todos se sientan culpables, porque creen que así el subordinado puede rendir más. Se conforman a pensar en la escasez.
- HOLISMO: En la nueva mentalidad, lo importante es el todo, el conjunto, la forma de pensar, el continente y el contenido.
La mentalidad tradicional opina que lo importante es el MATERIALISMO, el detalle, sólo el contenido.
- CON PROPÓSITO Y SENTIDO: Todo lo que el Líder inicia es por un propósito determinado y todo hecho con sentido racional.
Todo lo que el jefe inicia es por puro deseo personal, SIN PROPOSITO REAL NI SENTIDO ALGUNO. Por norma general, lo que el jefe exige hacer, se contrapone con lo que pide el mercado.
- ENFOCADO AL SERVICIO: La nueva forma de hacer, está encaminado al servicio y con todo el cariño que se puede hacer de cara al cliente, el Win/Win es lo fundamental. Y el cliente corresponde.
La mentalidad tradicional busca ser el más fuerte, llegar al CONFLICTO, PELEAR Y LUCHAR por los objetivos, el Win/Lose es lo fundamental.

Y vosotros ¿Que opinais?

Papá Vader

Imagen:

miércoles, 22 de agosto de 2018

El tóxico sin ética ni conciencia: El sociópata


¿Conoces a algún sociópata?

Esta es una muy buena pregunta, ya que suele ser muy difícil detectarlo a simple vista, en nuestra actual sociedad.

Tras ver en alguna que otra película policiaca referirse a un asesino en serie como un sociópata, lo primero que nos viene a l amento es el mismo esquema que el del psicópata, un enajenado mental con cuchillo en ristre y cara de loco.
Pero la realidad dista mucho de que nos encontremos a un sociópata haciendo esto (o a un psicópata). Podemos estar comentando este artículo con un sociópata y ni tan siquiera saberlo.

¿Qué es sociópata?
Primero debemos diferenciar entre sociópata y psicópata.

El termino sociópata se empezó a usar a principios del siglo XX, para referirse a los psicópatas, ya que los periódicos sensacionalistas, durante todo el siglo XIX, definían de psicópatas a todos los asesinos con un cierto sadismo en sus actos.
Los doctores detectaron que realmente estaban frente a personas que no poseían ningún sentido de ética o de los derechos de otras personas, sin necesidad de ser peligrosos, a nivel asesinato, claro está.

En la actualidad, los investigadores han descubierto que existen realmente dos tipos de sociópatas: los que tienen un trastorno más grave, relacionado con la genética, volviéndolas sumamente agresivas y más peligrosas, denominándolos Psicópatas; y los que sufren más o menos los mismos síntomas, pero no son peligrosos de muerte, los Sociópatas, que son más un producto de su entorno, en especial de su educación.

Otra diferencia clave entre psicópatas y sociópatas es si tienen conciencia.
Esa pequeña voz en su cabeza que les dice cuando están haciendo algo mal.
Los psicópatas no tienen eso, usan y manipulan personas según su voluntad y no sienten nada.
Un sociópata suele tener conciencia, pero es débil y no les impide hacer lo que quieren.

Pero sobre todo, ambos carecen de empatía, aunque no lo aparenten de forma inicial o primaria, ya veremos porque.

Cómo detectar a un sociópata
Los sociópatas y lo psicópatas se parecerse a nosotros. Esto debemos tenerlo muy presente.
En nuestro entorno de trabajo y en de las amistades.
Por mucho que sean sociópatas o psicópatas, no, no suelen ser violentos, ya que saben que eso es contraproducente para ellos.
Tendrán un trastorno mental, pero no son tontos.

Las 8 características de un sociópata o de un psicópata, que las podemos usar para detectarlos, son las siguientes:
1. No sienten culpa
Los sociópatas no sienten culpa por sus acciones. Harán lo que quieran para obtener lo que quieran, y nunca se sentirán mal por ello.

2. No sienten empatía
Un sociópata no puede ponerse en el lugar de otro y entender sus emociones.
Sin embargo, lo que sí son capaces de hacer es imitar la empatía o la simpatía, que aprendieron al observar a los demás.
Por ello es siempre difícil detectarlos sólo teniendo como referencia esta característica.

3. Disfrutan haciendo que la gente se sienta culpable
A los sociópatas les encanta jugar con las emociones de las personas.
Es cómo pueden manipular a las personas para que hagan lo que quieren.
Recogen pequeños detalles acerca de cada uno de nosotros para ganarse nuestra confianza, y usan esa información para hacernos sentir culpables, para conseguir nuestros favores.
Y la mentira es su mejor arma para ello.

4. Ellos solo se valoran a sí mismos
Para los sociópatas, ellos son los únicos que merecen tener el bien estar.
Su entorno se puede derrumbar y ellos estar tranquilos, siempre y cuando ellos estén a salvo. No les importa si el resto de su entorno se malogra. Para ellos, él es lo importante y el único que merece estar bien.

5. Creen que son mejores que los demás
Los sociópatas y los psicópatas se ven a sí mismos como superiores a todos los que los rodean, el mejor en todo.
Así es como se escapan sin sentir culpa alguna.
Se sienten casi omnipotentes, por encima de todo y de todos.

6. Son mentirosos
La frase “mientes más que parpadeas” es un fiel reflejo de ellos.
Mentirán sobre todo, incluso si no tiene ningún beneficio para ellos.
Les da una falsa sensación de poder de la que no pueden obtener suficiente.
Si les pillas con una mentira, son capaces de jurar y perjurar que tu eres el que no ha entendido lo que dijo, y te contará la mentira al revés, y jugará con la culpabilidad para que te sientas mal por haber pensado que te ha mentido.

7. En general son muy apreciados
Aunque es muy triste, la realidad es que los sociópatas y psicópatas pueden llevarse bien con casi cualquier persona.
Son amigables y accesibles, nada de lo que se ve en películas o televisión.
En el ámbito laboral, suelen ser los “trepas” que no les importa sacrificar a un buen compañero, mientras él sea el ascendido en la empresa.
Amigables pero no dudará en usarnos como un pañuelo de papel, como un peón sacrificable en su partida de ajedrez, sólo para conseguir el único objetivo de ser el mejor, el que más dinero gana, el que aparente ser el más inteligente.

8. No se hacen responsables de sus acciones
No sienten ninguna responsabilidad ni por lo que hacen, ni de lo que dicen. Nunca.
y es así como pueden ser manipuladores y no sentir culpa.


Después de leer estas 8 características, empezarás a pensar en si conoces a alguien que coincide con este criterio, y seguro que conoces a más de uno.
Pero si conoces a gente que sólo tienen parte de estos 8 síntomas, no es un sociópata, lo siento, en realidad es solo un gran idiota que piensa que haciendo esto será alguien importante e influyente.

Sea realmente un sociópata, un psicópata o gran idiota, la solución en cuanto detectas la manipulación es alejarte lo más pronto de él.

Y se puede hacer.

Papa Vader.

Imágenes:

domingo, 29 de julio de 2018

Mediocres y amargados.


En esta ocasión os contaré algo que desde la estrella de la muerte se ha comentado en varias ocasiones sobre un stormtrooper que dejo el servicio activo y se ha ido como mercenario.

Este stormtrooper salió del servicio con deshonores, ya que se hizo pasar por oficial, cuando ni tan siquiera era cabo, liando la del emperador en su sección de la estrella de la muerte.

Fue tanto el lio que montó, que cuando se marchó, fue diciendo que su compañía se había disuelto por traición al emperador.

Ni mucho menos, la compañía existe, pero el propio emperador, para evitar problemas de disciplina en otras compañías dentro de la estrella de la muerte, aconsejó renombrarla, por lo que paso de ser la 1002ª compañía a llamarse la 1200ª compañía.

En el nuevo grupo mercenario al cual se unió, se han creído que era un oficial, aunque los informes que indican que era un stormtrooper mediocre, y que Papá Vader fue quien le hizo la vida imposible, cuando la realidad es que el solito lo ha hecho todo, sin necesidad de que yo intervenga en nada. Estos mercenario creen que todas las pruevas que hay en su contra son falsos, para desprestigiarlo, aunque este stromtrooper no ha demostrado nunca nada que corrobore lo que dice.

La verdad es que no tiene ni idea de estrategia, por mucho que desee hacérselo creer a los pobres mercenarios.

Según el oficial psicólogo del 1000º regimiento, en el que está la 1200ª compañía, cree que este stormtrooper, aparte de ser un soldado mediocre sin creatividad y con dificultad para poder tomar decisiones, se cree superior al resto de los seres vivos de toda la galaxia. Tamién considera que es un pobre soldado amargado, ya que su mujer le ha dejado y empieza a estar muy cansado de tener que criar conjuntamente al hijo de ambos.

Pero… ¿Qué es un amargado?
El amargado es aquel que opina que todo lo que le pasa a los demás es bueno, y a él todas las desgracias. Pero lo piensa y no lo dice en voz alta, ya que en voz alta intenta hacer creer a todo el mundo que es el más mejor y le pasa todo lo bueno que le puede pasar a cualquiera.
Cree que un amigo que lleva años con su pareja, son perfectos y que su matrimonio se ha ido al garete, porque su mujer no le entiende. No es porque él se haya ido con otra, no, eso él cree que es secundario. Es que su mujer no le entiende y la amante si, y la siguiente mante, también, y la otra, también,… y no son las amaantes las que le dejan a él, ya queél dice a todo el mundo que él es el que deja a sus amantes.

Un amargado está sufriendo por todo: por lo que dicen otros, ya que piensa que se están refiriendo concretamente de él; por lo que hacen los demás, ya que está convencido lo hacen exclusivamente para hacerle daño sólo a él; cuando en el trabajo promocionan o felicitan a un compañero, opina que este le ha robado el mérito que le pertenece legítimamente; opina que lo que tiene otro debería ser suyo, ya que es el mayor merecedor para su posesión;…

Pero no lo dicen abiertamente.
Son cobardes por naturaleza.
Aprovechan cualquier mínimo error del otro, para que el resto de la gente crea que es una montaña, un perdedor, una mala persona.
Aprovecha cualquier acto propio para hacer creer a la gente que es lo más extraordinario que nunca nade ha hecho.

Son propensos a ponerse la medalla de otro, antes que nadie sepa quien ha sido el artífice de la idea o acción.
Son propensos a pensar como Maquiavelo, para poder robar lo que tienen otros, poder estafar, poder engañar, poder apropiarse de las cosas de la forma más rastrera posible… y después van alardeando de ello… pobrecitos.

Cuando se han equivocado, cuando han “metido la pata”, siempre buscarán a un “chivo expiatorio” al que echarle las culpas, del que no perderá tiempo alguno para culparlo y repetirlo, cual mantra, hasta que su entorno se crea que ha sido la otra persona y lo excluyan de su círculo. Y quiere que lo excluyan, para que este no pueda demostrar la verdad de los hechos.

Gente que encuentra la sensación del triunfo que le han negado los demás, en las drogas o el alcohol. Son gente adicta, pero nunca lo reconocerán (“yo controlo porque no bebo mucho, sólo una botella de Vodka, de vez en cuando”).
Gente que encuentra la sensación del triunfo que le han negado los demás, hablando mal de los triunfadores, de los ganadores, de lo que saben hacer las cosas que a él le gustaría hacer, pero suelen ser negados en ello, un "manos de mantequilla", ya que piensan que la gente nace sabiendo y no desean perder el tiempo practicando, superándose yendo siempre un paso más allá.
Gente que se encuentran bien robando los méritos de los otros, o simplemente rayándole el coche de gama alta, con sus llaves de su utilitario, o de su motito de 49cc.

Son gente que cuando hacen algo medianamente bien, se encargan de que toda la faz de la tierra lo sepa, aunque sea utilizar correctamente las tijeras por primera vez en años.
Son gente que como se sienten amargados, quiere amargarle la vida al resto de seres humanos.

Y los amigos… el amargado no tiene amigos, tiene competidores a los que dominar, tiene pañuelos desechables.

Son extremadamente cobardes, ya que creen que cambiando su vida, les traerán desgracias. Pero no ven que es justamente lo que le pasa en la actualidad, haciendo lo que hace ahora.
No se atreven a decir lo que piensan de una situación ni a los jefes ni a compañeros
Creen que si le cuenta a su mujer lo que piensa y lo que le pasa, está le dejará. Pero realmente los amargados acaban solos, ya que su mujer quiere ayudarle y este no se deja ayudar, por lo que decepcionada, y no queriendo acabar como su marido amargado, termina marchándose, termina dejándolo.

A Papá Vader estos stormtrooper mediocres y amargados les da mucha pena.
Papá Vader prefiere que estos stormtrooper estén con los mercenarios.
Papá Vader sabe que más pronto que tarde, todos los que rodean a los amargados termina muriendo en el campo de batalla.
Pero los mercenarios que se dan cuenta que estos stormtroopers son muy peligrosos, perjudiciales y tóxicos, terminan por dejarlos solos, acabando en un rincón más amargados todavía.

Al final, a Papá Vader les da mucha lástima.
Pero no los quiere en la Estrella de la Muerte.


martes, 17 de julio de 2018

La experiencia es un grado.


Hace unos días, desde LinkedIn, un contacto recomienda un artículo de Carmen Posadas, en XLSemanal, sobre los trabajadores de más de 40 años, que las empresas suelen despreciarlos (https://www.xlsemanal.com/firmas/20180709/que-hacen-con-ellos-los-fumigan-carmen-posadas.html)

No sólo estoy de acuerdo con lo que en el artículo se dice, sino que yo voy un poco más allá, debido a mi “experiencia” por esos +40 años que tengo, ya que consideran que los mayores de 40 años no son aptos para ciertas empresas, en especial las que quieren hacer creer que tienen un caracter "innovador". Recomiendo la lectura de este artículo, antes de continuar con este escrito (eso si, sólo si si queréis).

Pero por mi "experiencia" de +40 años, considero que no es cierto en absoluto.

Lo ciento es que muchas empresas consideran a los trabajadores como números, nunca como personas ni, pero aun, como trabajadores.

Si no consigues la cuota asignada "deloquesea" (números, número, números,...), no eres valioso para la empresa.
Curiosamente estos "números" tapan la realidad cotidiana, y pueden ser falseadas facilmente, ya que las empresas, dirigidas por personas "con menos experiencia", ocultan unos parámetros que los gerentes de empresa normalmente desconocen, a menos que sea muy grave y explote arrastrando a varias personas... cuando y es muy tarde.

Esto no es otra cosa que los fracasos del personal del departamento.

Bien cierto es que los jóvenes se lanzan a un frenesí de conseguir su cuota, como si no hubiese mañana y sin importarles si la piscina tiene o no agua. Con ello se consigue un valor (números) que cumplen las cuotas asignadas (reales o falseadas por el arrastre de ciertas mentiras... pero eso ya es motivo para otro artículo), y todo lo que no sea poder "demostrar" la valia de los dirigentes de las áreas, los "no números", son escondidos en cajones bajo llave (y de esto los he visto en más de una ocasión, palabra de honor). 
Lo que se esconde bajo llave no es otra cosa que las "las pifias", los errores que hacen perder dinero a la empresa.

Un ejemplo.
Supongamos que hay dos comerciales en la empresa, uno de 45 años y otro de 22 años.
El comercial de 45 años tiene una cartera consolidada de "sólo" 45 clientes que mensualmente le compran, consiguiendo superr con tranquilidad la cuota mínima. Asimismo cada trimestre el comercial "viejo" consigue uno o dos nuevos clientes. Cada mes realiza 30 pedidos con una facturación de 30.000,- €. Todos los pedidos realizados, tanto de los asiduos como de los nuevos clientes, no tienen problemas, o estos problemas no llegan a administración, ya que el comercial, con su experiencia, los solventa con elegancia y sin que nadie salga perdiendo.Hace un seguimiento constante de sus clientes y conoce a la perfección que necesitan, que suelen comprar y cual es la motivación de estos para con su empresa.

El comercial de 22 años está haciendo su cartera y tiene que buscar nuevos clientes, por lo que cada mes consigue entre 15 y 20 clientes nuevos. También cada mes realiza unos 40 pedidos con una facturación de 40.000,- €. Como este comercial debe conseguir nuevos clientes, no atiende correctamente a todos los que tiene, tanto los conseguidos hace meses como los conseguidos en el mes en curso, por lo que cada mes pierde entre 10 y 20 clientes enfadados, que suelen anular unos 20 pedidos.

De cara a Gerencia, el informe del director del departamento, que desea ponerse medallas y estar en el círculo de favoritos del Gran Jefe, indica lo siguiente:
- El comercial de 45 años sólo consigue 2 clientes cada trimestre, mientras que el comercial de 22 años consigue 20 clientes nuevos al mes.
- El comercial de 22 años consigue facturar por encima los 40.000,- €, más de 10.000,- € al mes, respecto al comercial de 45 años.
- El comercial de 45 cobra 1.500,- € al mes, más 300,- € de comisiones, cuyo total es 1.800,- € al mes.
- El comercial de 28 cobra 1.000,- € al mes, más 400,- € de comisiones, cuyo total es 1.400,- € al mes. O sea un 25% menos de sueldo del comercial "viejo".

Y no cuenta más. Y gerencia no quiere saber más.

La realidad es que el comercial de 22 años gana cada mes no gana clientes, sino que a la corta los va perdiendo todos, y la facturación real, después de compensar las devoluciones, es que tiene un déficit de -20.000,- € al mes, por lo que ni tan sólo cubre su propio sueldo. Y suelen tener 1 ó 2 clientes muy enfadados cada trimestre, a punto (o no) de poner una denuncia por no cumplir con el contrato.

Pero al momento de hacer reducción de plantilla, por los números, recomiendan al comercial de 45 años que se vaya a otra empresa.Según Gerencia, este comercial, tal como lo ha expuesto el director del departamento, sale caro.

La realidad es que el comercial de 28 años hace perder dinero a la empresa. Pero esa pérdida, en la habilidad del joven director del departamento comercial, lo achaca a la explotación de impagos de la empresa, al área de contabilidad. Dos Postgrados y un Master él cree que sirven para estas cosas.

Gerencia en su afán de saber que departamente es el más rentable, asignar los recursos por departamento.
Por ello los directores de departamente buscan que los números negativos no estén en su área y que pasén a ser de otro departamento, por triquiñuelas técnicas.
Y la guerra entre directores de departamento está servida.
Por lo que desde este punto de vista, Gerencia considera que el director financiero no hace correctamente su trabajo y también sale caro.

Y es por ello que además de los trabajadores de más de 40 años, otro de los colectivos tan propenso a durar poco en la empresa, sean de la edad que sean, a ser poco estable, es el de los nuevos directores de departamento, ya que muchos de ellos no soportan que les asignen en su explotación, los números negativos de otros departamentos o áreas. O simplemente, que no pueden dejar "bonitos" los numeros de su departamento, gracias a la falta de "Experiencia" de su personal.

Y luego se preguntan porque muchas empresas no levantan cabeza.

A pesar de que tengan a los más directores más jóvenes, los mejores de las promociones de la universidad, con más Postgrados y Masters que el catálogo de una escuelas de alta dirección, la empresa sigue fallando, no levanta cabeza y, al cabo de 5 años, tienen que cerrar, achacando este cierre al mercado, a los bancos, a la competencia (pero nunca a su incompetencia).

Pero curiosamente sólo perduran las que tienen mandos “con solera”, trabajadores con más de 40 años.
Tienen lo que yo denomino, “solucionadores”. 
Y estos sólo se encuentran a partir de los 40 años.

La experiencia SI es un grado.

Papá Vader.