Hace poco, estuve hablando con un compañero de profesión sobre las personas
manipuladoras que pasan por nuestras vidas.
Ya no sólo a los políticos que actualmente tenemos en España, manipuladores
de profesión, sino a los que nos encontramos en nuestra vida personal y
profesional.
En nuestro día a día nos topamos constantemente con ese “no-amigo”, tan
pegajoso que no nos lo podemos quitar de encima ni con disolvente, que intenta
por todos los medios que hagamos lo que él quiere, a base de zalamerías,
regalos y mentiras.
Estos, aunque fastidian mucho, puedes enviarlos a un sitio donde hace mucha
peste, o a comer barro, y chimpum.
Aunque les das puerta, continúan ahí durante un tiempo, más o
menos largo, pero terminan marchándose.
Son una especie de mosca cojonera, pero que no pasarán de ahí, aunque ellos
piensen que pueden volver a tu vida.
Los que nos podemos encontrar en el trabajo, son igual de cojoneros, pero
debemos tener mucho cuidado con intentar “demostrar” que él es un manipulador,
ya que son especialistas en darle la vuelta a lo que digas, dejándote no sólo
mal, sino que parecerá que todo lo que ha dicho de ti, todo malo, es cierto.
Y ahí, te recuerdo, estás jugando con tu sustento y con
el de tus allegados. Mejor pasar de él, como si fuese un fantasma (que lo es) y estará flotando y amenazando con asustar. Tu a tu rollo y sin dar importancia de lo que dice. No le des pie, que es entrar en su juego y es donde él gana.
Tienes que
recordar que tu vida es tuya y nadie decide por ti.
Si quieres
hacer lo que estos manipuladores dicen, es tu decisión.
Si no
quieres hacerlo, también es tu decisión, y… Enhorabuena!!!
Pero... ¿cómo lo hacen?
En 2002 el escritor francés Sylvain Timsit, ya indicó cuales eran los puntos que estos manipuladores usaban para
conseguir manipularnos, a nosotros o a la gente de nuestro entorno.
El filósofo estadounidense Noam Chomsky las utilizó y adaptó para referirse a los
medios de comunicación, a la influencia de los Mass Media.
Si conocemos los 10 aspectos principales que los manipuladores utilizan, podremos
desenmascararlos, prevenirnos y contrarrestarlos.
1-Distracción:
El objetivo principal del manipulador es la de desviar la
atención sobre algo realmente importante.
Algo en la que, por norma general, puede comprometerle a él.
Esta distracción la realiza mediante el bombardeo sistemático
de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.
Y si se habla del tema, tienen la suficiente habilidad como
para cambiar de tema y llevarnos a otro terreno. Su experiencia manipulando les
sirve para estos casos.
Mantener nuestra atención distraída en otro no-problema sin importancia, aunque el
manipulador nos hará creer que lo es y mucho, para evitar que pensemos en el
problema real.
Es como el pastor que utiliza al perro para que las ovejas piensen
que este es el problema real, mientras van directos y voluntariamente al
cercado, a que las esquilen, o algo peor.
2-Problema – Reacción – Solución:
Otra forma
de manipular es las de crear un problema, una “situación” inexistente, para
causar reacción en “las víctimas”, para que estas pidan una solución que él ofrecerá
“casualmente” y de forma “desinteresada”.
Y si la
gente vuelve a “descarriarse” el manipulador les recordará constantemente lo
que pasó con el no-problema.
3-Gradualidad:
Para hacer
que se acepte un tema no aceptable o perjudicial para sus “víctimas”, esta la aplica
gradualmente, como si fuese con cuentagotas, durante un largo periodo.
No es una
manipulación improvisada a corto alcance, sino que la ha meditado y la aplica,
con paciencia durante largos periodos, hasta conseguir su fin, incrementando
poco a poco la intensidad.
4-Diferir:
Otra manera
de hacer aceptar una decisión no aceptable o propensa a perjudicarles, es presentarla
como “dolorosa y necesaria”,
obteniendo la aceptación por mayoría, ya que esperan que la promesa de “todo
irá mejorar mañana”, sea realidad.
Y poco a
poco su entorno se va acostumbrando a la idea del cambio y de aceptarla con
resignación cuando llegue el momento.
5-Dirigirse al público como
criaturas de poca edad:
Cuanto mayor es la pretensión de manipular a los individuos, estos manipuladores se dirigen a sus
“victimas” suelen hacerlo utilizando el discurso, argumentos y entonación
particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si las
personas fuese criaturas de poca edad o un deficiente mental.
Cuanto más insiste
en manipular a la “victima”, más tiende a adoptar un tono infantilizante.
6-Apelar a la emoción:
El
manipulador constantemente hace uso de una especia de empatía emocional… bueno,
realmente hace ver que tiene empatía, ya que las emociones empáticas le son
absolutamente desconocidas, aunque suele imitarlas bien.
El apelar a
las emociones es una técnica excesivamente habitual es mucho más
potente que la reflexión aséptica y puramente objetiva para causar una desorientación en el
análisis racional de la “victima”.
El motivo de
usar el registro emocional, permite al manipulador abrir la puerta de acceso al
inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos…
7-Mantener a su entorno en la
ignorancia:
Hacer que sus
víctimas no vean necesario el contrarrestar o constactar la veracidad de sus
afirmaciones, manteniéndoles aislados del conocimiento. Con ello consigue
manipularles más fácilmente y evitan que puedan se informen de la realidad,
para evitar la “rebeldía”.
8-Estimular para contribuir a la
mediocridad:
Esta es la estrategia de manipulación que más desapercibida pasa.
Debido a todo lo anteriormente indicado, la “victima” vive despreocupadas
de querer conocer de lo que pasa a su alrededor porque nos ha estado entrenando
en una mediocridad complaciente.
9-Autoculpabilidad:
Es muy
habitual que el manipulador haga creer al individuo que solamente él es el culpable
de su propia desgracia, más debido por esa ignorancia anteriormente indicada.
Así, en lugar de rebelarse en su contra, la víctima se auto culpa, lo que
genera un estado de enfado hacia lo externo, hacia el objetivo que ha indicado
el manipulador.
Y como nuestra capacidad ha sido entrenada para la mediocridad, nos
convierte en desdichados y fracasados respecto al problema y/o no-problema.
Buscan la autoinculpación de su víctima para conseguir la exculpación
propia.
10-Conocimiento total de la víctima:
Para poder controlar hay que conocer. Y
las redes sociales se están encargando de ello.
Si el manipulador conoce cuales son sus puntos débiles, sus temosres y sus
anelos o deseos, podrá manipularlo impunemente, prometiéndole cosas, aunque al
final no cumpla ninguna de sus promesas.
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