Un refrán que es bien cierto.
Los que no quieren ver lo que pasa a su alrededor, se fían del tuerto.
El problema es que la mayoría de veces, es que el tuerto es el pícaro mangante
que se aprovecha de los que no quieren mirar, de los ciegos.
Papá Vader opina que los ciegos en nuestra actual sociedad, no son los
ignorantes o los que no pueden acceder a la información, sino que son los que ante
ciertos problemas, cierran los ojos o miran para otro lado.
El tuerto suele ser el que más labia tiene, el que cuenta mentiras de
una forma creíble, para el que quiere escucharlo, para los ciegos más cercanos,
para los creyentes. En definitiva, suele ser el más tóxico de todos.
El nivel de bienestar “virtual” de los ciegos es tal, que prefieren
estar con los ojos cerrados ante cualquier problema que puede surgir y se dejan
llevar por el primer tuerto, muchas veces un desalmado e incluso el que ha
generado el problemón, creyendo que este les sacará del apuro sin dolor alguno.
Evidentemente les dolerá mucho más que si abren los ojos, pero la verborrea
del tuero les hará creer que el dolor sería muy superior si abren los ojos.
Está muy
claro que hoy por hoy, la mayoría de los “tuertos”, aunque afortunadamente no
todos los tuertos (pero cada vez más se convierte en una lotería el encontrarlo
sin que nos equivoquemos), se aprovechan
de los ciegos, haciendo que estos le hagan el trabajo sucio, haciendo que la
solución sólo beneficie al tuerto, pero haciéndoles creer a los ciegos que es
beneficioso para todos y que él es el que se sacrifica “por el bien común”.
El tuerto cuenta
a los ciegos lo que le parece, lo que le conviene en cada situación, y en la
mayoría de los casos no es ni por asomo lo la realidad que este está viendo, y
todo ello para seguir siendo el rey.
Para
conseguir seguir dominando a los ciegos, algunos de estos deberá sacrificarlos,
como peones en una partida de ajedrez.
Pero si un
ciego de repente decide abrir los ojos para ver realmente que es lo que está
pasando, el “tuerto” le dirá al resto de los otros ciegos que el que ahora ve, les
está engañando, y que el que realmente les dice la verdad de lo que está
pasando es él, el tuerto. Aprovechará la ocasión para decir que todo lo que el
tuerto ha hecho mal, de forma errónea o voluntaria y que ha perjudicado a todos
los ciegos, lo ha hecho el que ya no es ciego, desprestigiándolo incluso cuando
este ha desaparecido del entorno del tuerto.
Para evitar
que nuevos ciegos abran los ojos, aconsejará al nuevo vidente que vuelva a cerrar
los ojos, si no quiere pasarlo muy mal el resto de su vida.
Papá Vader
os aconseja que abráis los ojos y os alejéis de los tuertos.
Papá Vader.