Suelo hacer
una pausa a media mañana para desconectar y seguir fresco el resto de la
mañana.
Para ello
salgo de la estrella de la muerte y me voy a tomar un café en un cercano bar.
La tele siempre está encendida y coincido con un programa en el que hablan de
cosas más bien estúpidas y, con frecuencia poco rigurosa o poco verídicas, por
lo que no suelo hacer mucho caso de lo que dicen, o más bien no suelo ni tan
siquiera escuchar las tonterías que llegan a decir.
El pasado
día 5 de enero, mientras tomaba el café, estando la televisión con el sonido
mucho más alto de lo habitual, por lo que sí o sí tenía que escucharlo, mi
mente me hizo darme cuenta una inmensa chorrada dicha por la presentadora del
programa: “Más que le pese a muchos, la tradición de hacer regalos a los niños
es una tradición exclusiva católica de siglos y siglos de antigüedad. Y los
Reyes Magos no eran magos, pero si reyes”. Me quedé atónito y flipando en
colores…
Muy
religioso no suelo serlo. Francamente, más bien poco por no decir nada. Pero
recuerdo que hace años me comentaron que muchas de las festividades de la religión
católica son transposiciones paganas para captar adeptos y que las fechas
escogidas para la epifanía, coincidía con una celebración pagana.
Pero vayamos
por partes. Haciendo gala de la gran información que circula por internet y en
libros varios que podemos encontrar en múltiples idiomas, podemos encontrar una
referencia clara de los orígenes de esta tradición.
Se indica en
muchas ocasiones que la festividad del Día de Reyes se comenzó a celebrar a
principios del siglo III por los cristianos orientales de Constantinopla,
coincidiendo con la fiesta pagana del nacimiento del Aion, símbolo del Tiempo
Nuevo. En Occidente se practica desde el siglo V.
¡Vaya! Pues no
es una tradición exclusiva católica…
La costumbre
de traer regalos surgió a mediados del siglo XIX, para contrarrestar la entrada
en las zonas católicas de la tradición pagana de San Nicolás, o conocido
actualmente por Santa Claus. Al principio, los “Reyes Magos” en lugar de
juguetes traían cosas como ropa, comida, a los niños “buenos”, así como leña y
carbón a los niños “malos”.
O sea, poco
más de 150 años y no “siglos y siglos”…
Y ahora
viene la parte de No Magos – Si Reyes.
Curiosamente
en los Evangelios, que cualquiera puede leer en cualquier biblia católica, solo
hablan de «Magos» y en ninguna parte se indican ni sus nombres, ni que fuesen
reyes, ni que fueran tres (número que posiblemente se deba a la cantidad de
obsequios ofrecidos). Estas creencias fueron agregadas varios siglos después y
se han mantenido en la tradición popular.
O sea, de
tres no ha acertado ni una… ¡vaya, vaya!
Si tenemos periodistas
tan irresponsables con la veracidad de la información, desinformándonos de esta
manera tan descarada, y la gente se los cree ciegamente, es normal que después
cuando alguien diga “Blasfemia” se cree un revuelo en contra del que alza el
libro de historia.
Y por mucho
menos en otras épocas, se han ido a la guerra santa.
Papá Vader.