Por Avatares de la vida, ¡¡POR
FIN!! Papá Vader se cambia de casa. De la Estrella de la Muerte 1.0 a Estrella de la muerte 2.0. De una Estrella
de la Muerte antigua, con exceso de gente por todas partes y extremadamente ruidoso, a una Estrella de la
Muerte con poca gente y silencioso, muy silencioso. Bueno, actualmente con las
obras de la mudanza, con mucho ruido, martillazos y chirriar de metales; lo
típico cuando se llega a una hogar nuevo.
Y es por ello que Papá Vader
lleva unos días de buen humor y no desea escribir nada.
Pero en cuanto acabe todo el
traslado, Papá Vader volverá a no dejar títere con cabeza, con energías
renovadas y con una sonrisa, nuevamente, en la cara (no la veréis, pero la tengo).
Pero todo ello lleva para unos
15 días o 3 semanas, dependiendo de lo que me tarden los técnicos en ponerme
las antenas de conexión con la galaxia. Y si, entre que los contratistas de los
contrastas están de huelga, entre que los primeros no se enteran de la faena
encargada por los cuartos y que los terceros, por estar en huelga, no se lo dicen
a los segundos, la Estrella de la Muerte sin barrer e incomunicada. En el fondo
eso es bueno, ya que nadie me incordia con problemas de planetas que explotan, con
sistemas que se revelan, ni con que quiero de postre para la reunión del
próximo jueves con Grand Moff Tarkin, por lo que el trabajo del traslado de
Estrella a Estrella (y tiro porque me toca), se puede hacer más rápido y sin interrupciones
tediosas de ningún tipo.
Lo único que sigue interrumpiéndome
es de vez en cuando siento una gran
conmoción en la Fuerza. Como si millones de voces gritaran de terror y luego…
fueran silenciadas. Temo que ha ocurrido algo horrible, y yo sin saber
que a pasado… Si es algo malo, muy malo, me enteraré tarde o temprano, si es una
chorrada, como el final inesperado de algún Reality Show, me enteraré antes de lo previsto, como siempre.
Papá Vader.
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