Jugar en
equipo. Vaya, buena frase. A ver, de los presentes, ¿quién REALMENTE sabe lo
que es “jugar en equipo”? Veo DEMASIADAS manos levantadas. Sean sinceros, ya no
conmigo, sino con ustedes. ¿Realmente saben lo que es jugar en equipo? O mejor todavía
¿alguna vez lo han practicado?
Cuando somos
pequeños, nos inculcan la paranoia de ser jugadores de futbol, baloncesto,
balonmano, bla, bla, bla,… pero poco, muy poco de todos los que fuimos niños,
hemos acabado jugando en un equipo deportivo, a nivel amateur. Y menos todavía
los que han acabado en un equipo deportivo con caras y ojos, aunque fuese sin
cobrar por el trabajo.
¿Y esto
porque es? El entrenador del equipo amateur, en cuanto ve que uno de los
chavales que tiene entrenando no se acopla a la forma de jugar en equipo, lo
mejor es ponerlo en el banquillo para que aprenda, y si no, fuera del equipo,
que lo perjudica.
Si estáis
pensando en la liguilla que jugabais en la escuela, con otros colegios, os
puedo asegurar que eso no cuenta para nada (por cierto, no se puede considerar
un equipo amateur, sino un equipo “extraescolar”, tengamos esto muy en cuenta).
Si jugabais en el equipo, no era porque fueseis medianamente buenos en ese
deporte, sino porque vuestros padres pagaban un auténtico pastón para que estuvieseis
en el equipo. Desengañaros, no pagaba para que aprendieseis a jugar, sino para
que estuvieseis en el equipo, para poder decir, vuestro padre, “mi hijo juega
en el equipo”. Y la escuela lo sabe y se aprovecha de ello, para cobrar. Y es
por ello que debes ser muy, pero que muy malo, para que te echen del equipo.
Pero no
desvariemos en exceso y expliquemos que es “jugar en equipo”.
En la
escuela nos tendrían que enseñar desde pequeños a aprender a jugar
en equipo, ya que es
fundamental para desarrollar una serie de valores como la generosidad y la
tolerancia. Además, jugar con otros niños en equipo fomenta su capacidad de
compartir y también su sociabilidad.
Cuando llegamos
al instituto, los profesores dan por supuesto que ya sabemos lo que es, e “intentan”
motivarnos, con más desacierto que desgana, a que juguemos en equipo, por lo
que nos mandan trabajos para hacer entre varios compañeros. El concepto es
bueno, muy bueno, pero la disposición del profesor por comprobar lo que sabemos
y, si es menester enséñanos de nuevo lo que es, es muy diferente, ya que en el grupo
de trabajo siempre hay el que se escaquea desde el primer día, ya que sabe que “por
compañerismo” lo incluiréis en los créditos del trabajo; también nos
encontramos con 1 ó 2 que aportan muchas ideas, normalmente ninguna buena ni
aprovechable, pero que consideran que su trabajo termina en ese punto, y se
queda a la espera, viendo como el resto trabaja en ello; tenemos a 1 que se
autodefine como “líder” del equipo, repartiendo no muy equitativamente el
trabajo a realizar; y por último tenemos al “pringao”, que realmente es el
único que hace el trabajo (busca la información, monta el trabajo en base a
toda la información obtenida, realiza el documento a entregar , gasta tinta y
papel de su impresora en hacer una copia del trabajo y hasta aquí termina su
trabajo), pero siempre, no sé como se lo apañan, el “líder” es el que presenta
el trabajo y elogia a todos, incluso al que no ha estado presente en ningún
momento, y se olvida de nombrar al que realmente ha trabajado, por lo que el
profesor le quita un par de puntos al “pringao” porque deduce que es el “escaqueao”.
No. Esto no
es Jugar en Equipo. Esto de “joder” al equipo, ya que el “pringao” deja de ser
el que curra en el siguiente trabajo… si le dejan, claro.
A ver. Jugar
en equipo es no sólo repartirse el trabajo en función de los conocimientos o
habilidad de cada uno, de una forma lo más equitativamente posible. Esto es lo básico, pero sigue sin ser “Jugar
en equipo”, esto simplemente es “repartirse el trabajo”. Un grupo o equipo
empieza a Jugar en Equipo en cuanto piensa en conjunto, no sólo en su faena y
chimpum, sino en como deberá amoldarse al trabajo de su compañero, sabiendo que
él hará lo mismo; es suplir al compañero en el trabajo cuando este, por el
motivo especial que sea (enfermedad, desconocimiento, etc.), para terminar,
mientras este sigue en otro tema complementario; es “ponerse la medalla” en
conjunto, no sólo el líder o el miembro más destacado.
Si la
persona está acostumbrado a trabajar sólo, es muy difícil que se acostumbre, de
entrada, a Jugar en Equipo, a menos que el resto del equipo le ayude a darse
cuenta que no puede hacerlo todo él sólo. Si esto no puede ser posible, mejor
sacarlo del equipo o darle trabajos en solitario. Constantemente podemos ver en
el trabajo a personas que casi (y la mayoría de veces sin el “casi”) te quitan
lo que tienes entre las manos para hacerlo ellos, con la escusa de que “no
tienes ni idea de hacerlo”. El jugador en equipo, si es cierto que no sabes, te
enseñará a hacerlo. Incluso todos habremos visto en más de una ocasión a esa
gente que se pone medallas, por el simple hecho de haber hecho algo en el trabajo,
sin tener en cuenta al resto de compañeros que han participado.
También
debemos tener en cuenta a los “triunfitos”, los que desean a toda costa ser las
estrellas del partido, los que se auto proclaman “lideres” de los trabajos de
escuela, pero que al final luchan tanto contra el equipo contrario, como contra
su propio equipo. Y si pierde el equipo, podemos estar tranquilos ya que nunca
habrá sido por su culpa, tenedlo muy en cuenta.
No sólo
tenemos a los “triunfitos”, también tenemos
a los “yo no he sido”. Este tipo de personas son los que aportan muchas ideas,
normalmente descabelladas e irrealizables, que promueven que se hagan cosas,
pero que después se apartan, quedan como espectadores a ver que pasa. Si el
tema triunfa, ya se encargarán muy muy muy rápidamente a que todo el mundo sepa
que ha sido gracias a ellos y que han sido “los que más han hecho” en el
trabajo. Pero si el tema fracasa, ya se encargarán también muy muy muy
rápidamente a que todo el mundo sepa que ha sido “por los demás” y que ellos ya
lo habían avisado y por eso estaban apartados. Otros con los que podemos estar
tranquilos ya que nunca habrá sido por su culpa, tenedlo también muy en cuenta.
Mientras que
los “triunfitos” son el “repelente niño Vicente”, que en cuanto lo hacen un par
de veces, suelen quedarse más sólo que la una y desaparecen o quedar tras las
cortinas a la espera de su nueva oportunidad, los peores son los “yo no he sido”,
ya que su falta de responsabilidad hacia lo que hacen y dicen suele estar
respaldada por gente que, como ellos, quieren que otros les hagan el trabajo.
Los “compañeros” que no están presentes son su principal baza y su mejor apoyo;
si olvidarnos de los miedosos que no quieren ser excluidos del grupo y que no
suelen estar en ningún grupo de trabajo; vamos, lo que actualmente se llaman “los
palmeros”.
Si todo lo
indicado nos lo encontramos en asociaciones o grupitos de amigos (por llamarlo
de alguna forma), no tiene mayor importancia, ya que podemos irnos a otro lado
y se acabó el problema. Pero si esto pasa en el ambiente laboral…
En mi
trabajo tenemos a un ingeniero (afortunadamente FreeLancer) que es una fusión
entre el “triunfito” y los “yo no he sido”. Por un lado impone el trabajo de
quien le contrata, indicando que y como deben hacerlo, y por otro lado, si ha
salido mal el trabajo, la culpa siempre será de otro (el cliente final, algún
compañero suyo, alguno de nosotros que lo contratamos,…). Pero si sale bien, y aunque
el cliente final realmente no es su cliente, lo anuncia a bombo y platillo como
una solución suya y el único que ha trabajado en ello. Esto es un engorro, más
teniendo en cuenta que nosotros firmamos unos contratos de confidencialidad con
ellos, para que su nombre no aparezca en ningún lado, por lo que anunciar el
nombre del cliente en la web del ingeniero, nos acarrea constantemente problemas
sobre problemas. Evidentemente este ingeniero tiene los días contados para seguir trabajando con nosotros.
Pero los
peores de todos son los “yo no he sido” puros, ya que por el hecho de haber
participado en el equipo, se ven con el derecho de que le den explicaciones de
todo y exigir resultados, echando la bronca si no cumplen con lo que ellos
creen se debe hacer. Esto crispa el ambiente. Pero que nadie se le ocurra
exigir nada ni cuestionar nada, ya que si se le indica esto mismo, lo primero
que te sueltan es que somos nosotros lo que no sabemos “Jugar en Equipo”.
¿A cuántos
de estos tóxicos conocéis? Papa Vader conoce a unos cuantos.
Papá Vader
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