Hace ya uno meses, me enseñaron un artículo por internet
criticando al Salón del Cómic de Barcelona. Aparentemente uno más de los artículos clones que
he visto en los últimos años. Era un artículo de alguien que veía todo mal
hecho en el evento y, en ese momento, me llenó de mal humor por la cantidad de
incongruencias, no saber lo que decía, por comparar el Salón con una Convención, y otras tantas “meadas fuera de tiesto”,
denotando una falta total de profesionalidad, que no podía dejarme
indiferente.
Dejé aparcado el tema, olvidandome completamente de él, pero haciendo limpieza de
papeles, eso tan bueno y aconsejado de hacer de tanto en tanto, volví a leerlo
con todas las anotaciones que puse, y que no eran pocas.
A día de hoy ya no es mal humor lo que siento cuando leo el
artículo, sino pena por el articulista, ya que denota una envidia tal por los
organizadores y por el resto de profesionales del gremio del comic. Lástima y
pena.
No hace falta decir quien era el articulista. No merece la
pena dar su nombre. Realmente sólo interesa la base clonada de los pocos artículos
idénticos que se pueden leer pasada cada edición del Salón del Cómic, por no
profesionales amargados y frustrados del sector del Cómic. De los que querrían
ser y lo que realmente son y nunca serán. Pero indicar sólo donde no es coherente el escrito,
similar al resto de artículos que he leído criticando al Salón del Cómic de
Barcelona en los últimos años.
En algo en lo que sí estamos todos de acuerdo es que el
Salón del Cómic de Barcelona es carente de algunas cosas, que se pueden mejorar en conjunto y se puede cuestionar
el cómo se han hecho otras. También es cierto que esto sólo lo puede comentar
el Fan que compra cientos de cómics al año, y gente que organiza otros eventos y sabe lo que cuesta mantener año tras año un salón de estas características. Pero sobretodo decir que
no existe ni el evento perfecto ni el evento que sea del gusto de todo el
mundo, afortunadamente.
Lo primero que me llama la atención de este escrito, al igual
que el resto que se lee año tras año por los muy pocos descontentos del Salón,
es el intento vano y pueril por destacar por encima de la inmensa marea que
existe en el mundillo Friki; o eres bueno en lo que haces o sólo tendrás la fama
de los 5 minutos.
Como decía, en el escrito se compara el Salón del comic de
Barcelona con las ComicCon de USA. Por ello se debería explicar en que consiste
un Salón y una Convención, ya que
comparar una pera con un camión con tráiler lleno de melones, como que no tiene
nada que ver. A mi no se me ocurriría nunca en la vida decir que hace lo mismo
una moto de 49cc y un camión con tráiler de 10Tm de desplazamiento. Si, los dos
son vehículos, ambos llevan ruedas, y son movidos por el mismo tipo de
combustible, pero… Fin de las similitudes.
Un Salón es casi una feria temática, es una enorme tienda en
la que pagas por entrar para ver otras tiendas dentro, a las que puedes acudir
para comprar cosas que te resulta difícil adquirir habitualmente. En un Salón
se pueden ver a artistas firmando sus obras (Cómics, libros, cornucopias,
posters,…), ver presentaciones de productos, promociones teatralizadas de
productos, novedades de productos, ver productos, productos, productos,… En un
salón todos los presentes pagan por estar: las tiendas para vender su stock a
precios de oferta, normales o desorbitados, el artista también paga por el
espacio para enseñar su obra y la editorial para presentar su nuevo producto.
La organización se reserva el invitar a algún artista relevante, para que sus
fans paguen la entrada y babeén un rato, mientras compran su producto… bueno,
traer al invitado suele hacerlo en el 90% de los casos la editorial que ha
pagado por el espacio preferencial.
El cliente objetivo de un Salón del Cómic es el friki que
busca comics raros y todo aquello que se pueda comprar y no lo encuentre
habitualmente en su tienda favorita.
Una Convención es un evento en el que se conjugan multitud
de facetas sobre el tema. Una Convención de Cómics debe poseer un salón en el
que las tiendas venden su stock a precios de oferta o asequibles; debe tener
una zona de Feria Empresarial, sólo accesible a profesionales acreditados del
sector, en el que se presentan novedades y ofertas (sólo para tiendas y
distribuidores), se cierran acuerdos con artistas,…; debe tener también una
gran área lúdica, ya que el público que va a una ComicCon es el Fan y Friki del
Cómic y lo que se desea de este tipo de eventos es que esta gente se lo pase
bien y que el número de aficionados que venga el siguiente año a la convención
crezca. En esta parte lúdica podemos encontrar desde juegos temáticos (Ah,
sí!!! Una Convención cada año suele tener una temática diferente), bien sean de mesa
o sociedad, rol de mesa i en vivo, wargames de tablero o figurita, cartas,…, las
presentaciones a todos los públicos de juegos sobre el tema (y juegos que han
salido de cómics, se puede hacer una lista muy larga), y no nos olvidemos de
los concursos, en especial el de cosplay, favorito del público asistente, pero
también los concursos del mejor cómic de artista novel, o el del mejor Best
Sellers.
Y no nos olvidemos del área cultural de las convenciones,
con presentaciones, disertaciones y mesas redondas, ofrecidas por
profesionales, catedráticos, editores, escritores, dibujantes y otros
entendidos y líderes de opinión del tema a tratar.
A ver… ¿en donde nos hemos perdido al comparar un Salón del
Cómic Español, de los más grandes de Europa, con la Convención de Cómics
Norteamericana? Creo que de entrada ya en el nombre y para seguir en los
conceptos.
“El Concepto es el Concepto” (Airbag)
Lo que si que está claro es que en ambas, si un artista
quiere exponer su obra, debe pagar por estar presente. Siempre ha sido así aquí, en Honolulu y en cualquier
lugar del mundo, sea en un Salón o una Convención. Si el artista tiene un representante, es función de este
último conseguir las mejores condiciones para su representado, por lo que correrá
por cuenta del representante el decirle a su artista donde debe exponer y, si
hace falta, pagarle esa exposición (ya se lo cobrará más adelante con las
ventas de las obras en esa exposición). Pretender que el artista vaya gratis al
salón y encima salir con beneficios, eso dejaría al salón como ser puta, no cobrar
y poner la cama.
En definitiva, si un representante de artistas se cabrea
porque sus representantes no exponene, sólo significa que no ha sabido hacer su
trabajo. Y si otros representantes tienen éxito y están mejor considerados, es
porque han pagado, no han criticado nada, y encima realizan los deberes
correspondientes para que las editoriales contraten a sus artistas, para que
editen sus cómics, en las mejores condiciones tanto para la editorial como para
el artista. Y no hablo sólo de la parte económica, sino de promociones y
reconocmientos.
Todas las críticas y comparaciones mal puestas dejan en
entredicho al que las hace, y denotan una gran falta de profesionalidad, gran envidia
y poca responsabilidad por el trabajo propio y no demasiado bien hecho.
Lo dicho, Lástima y pena.
Saludos.
Papá Vader.
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