miércoles, 27 de julio de 2011

¿Nadie escucha?




Hace poco tiempo leí en estas las redes sociales que alguien se quejaba que no leían lo que escribía, poniendo a parir al personal (los insultos, algo muy habitual últimamente en Internet, cual cosa demuestra el muy bajo nivel de educación de la mayoría de internautas), ya que hablaba sobre temas concretos y nadie ni contestaba al tema ni indicaba nada al respecto.

Esto me recuerda cierta enseñanza que recibí hace muchísimo tiempo ya, diría que casi un cuarto de siglo, en la que una gran maestra de la comunicación, tanto verbal como gestual, me comento al respecto. Cuando en alguna mesa redonda está hablando uno de los presente y el resto, en un momento determinado de la disertación de este, se pone a hablar de otro tema a la vez, no es un tema de mala educación… bueno, si de muy mala educación, pero el subconsciente determina cuando ha terminado el discurso de nuestro contertulio y que podemos iniciar nuestro debate, “sobre otros tema” diferente.
 ¿Por qué puede pasar estas cosas y que nuestro subconsciente nos impulse a ser tan mal educados, si no tenemos cuidad en ello? Muy sencillo: el interlocutor ya no dice nada que pueda interesarnos; bien por ser repetitivo, como pasa muchas veces, bien porque no sepa expresarse correctamente, bien porque es un tema que no es el que estamos tratando en la mesa redonda.

Si esto lo traspasamos a las redes sociales, nos podemos encontrar con infinidad de internautas que se quejan de que nadie les escucha, echando las culpas al resto de internautas de esta desconsideración. El motivo es muy claro, tal como he dicho anteriormente, pero expliquemos un par de casos reales, como la vida misma. Usaremos como ejemplo la tendencia, estética, movimiento (o como lo queráis definir, me da absolutamente igual) Steampunk, que como bien sabéis, sigo desde hace muchos años.
 Un habitual de alguna de los medios de las redes sociales (foros, facebook,…) comenta un tema en concreto, vamos a suponer que habla sobre gadgeds usados en el Steampunk, poniendo alguna foto en cuestión que ha encontrado por internet. Después de unos días este internauta descubre que no ha obtenido respuesta alguna de sus amigos o de el resto de foreros (dependiendo donde haya puesto esta información), quejándose de ello, no de muy buenas formas. La contestación, a lo mejor, de algunos de los aludidos, es aprovechada por el “habitual” para acusar al aludido de Trol o similar… pero esto ya lo comentaré en otro artículo, que no viene al caso en este. El “aludido” deja de contestar, por lo que el “habitual” coge un enfado mayor y empieza a saltar sobre la yugular de todo el que se pone por su alcance, muy agresivamente, y con muy poco tacto.

Pero, por favor!! El motivo de que no conteste nadie no es ni por asomo que le tengan manía ni lo odien ni ninguna conspiranoia por el estilo. El motivo en mucho más simple, aunque muy difícil de reconocer por el propio “habitual”.

Motivo por el que la gente no contesta. Sólo uno y nada más que uno: lo que el habitual está dando a conocer no interesa a nadie, bien porque no venga a cuento, bien porque es obsoleto y ya se ha hablado anteriormente sobre el tema y no aporta nada nuevo.

Volviendo al ejemplo de los gadgets Steampunk que mencionaba anteriormente. Vamos a suponer que el “habitual” pone un comentario y foto al respeto. Si la gente no contesta, muy posiblemente es que el gadget puesto no sea Steampunk, sino postciberpunk, neovictoriano, de otras tendencias “punk” o, simplemente, cualquier cosa vintage. Si a lo que se refiere es a que nadie ha leído su artículo, un largo escrito de 2000 palabras, con mucho tiempo escribiéndolo y con una muy cuidad sintaxis por parte del articulista, debe ser porque el tema sólo le interesa a él (y 4 amigos más, no vamos a dejarlo sólo ante el peligro), puede que en el escrito existan muchas lagunas negras respecto a la información real facilitada y que se ha inventado información para tener un beneficio personal (o para sus amiguetes) – que últimamente suele ser lo más normal en diferentes medios de las redes sociales, así como los aspectos, temática y áreas de este gran universo llamado vida –, por lo que los conocedores de la temática y los referentes del mundillo pasan del artículo, no comentándolo ni haciendo referencia alguna.
Por consiguiente no es un problema de manías, sino que no se está dando una información ni interesante ni fidedigna.

Por eso, cuando veo que estos “habituales” de las redes sociales empiezan de forma reiterada a preguntar ¿Nadie escucha?, lo que tendrían que estar planteándose es si el escrito es de interés para alguien más o si, por el contrario, se debería rehacer el artículo, incluyendo información fidedigna, verídica, contrastada y, lo principal, que sea de interés para más gente.

Cuando los “habituales” se enfadas de sobremanera ante este “pasotismo” del resto de internautas, sólo puede decir una cosa, que realmente el artículo o escrito ha sido realizado para destacar en el mundillo y para “ser alguien” reconocido (ver La Leyenda Urbana de la Busqueda del Bellocino de Oro). Si no contestan a su escrito, tienen muy difícil el ser reconocido, por consiguiente muy difícil el “ser alguien” y ya pueden empezar a olvidarse por ser un referente y ser un destacado miembro del mundillo.

De todas formas, todo el que tenga algo que decir y lo cuelga en las redes sociales, como este artículo en este blog, si realmente no se desea “destacar” en el mundillo, sino que simplemente se ofrece una información u opinión al respecto de un tema, no os debería importar en absoluto que se lea o no. Si os obsesionáis en ser conocidos o “alguien importante”, no sólo no conseguiréis ese objetivo, sino que seréis reconocidos como “cansinos” por la mayoría de los que no les interesa “esa” opinión; si no la leen es por algo y no se debe forzar a nadie a leerla ni a compartirla.

Lo dicho. No seamos cansinos y no nos repitamos más que el ajo. Si a algunos no compartimos vuestra visión de las cosas o vuestra opinión, no es que no escuchemos (o leamos, que sería más correcta la frase); si lo hacemos. Lo que pasa es que no nos ha llamado la atención ni nos ha interesado, por lo que con la rapidez pasmosa que peculiariza a nuestra mente, conseguimos olvidar “ese” tema en segundos o pocos minutos.

Saludos.

Papá Vader.